Reflexiones de todo a 100

Ahora que estamos en resaca electoral me encanta leer, escuchar y ver comportamientos de la gente. El otro día en un foro un forero decía algo así como por qué tenía que votar todo el mundo, la persona en cuestión no entendía que el voto de gente como Paquirrín, un yonki o gente "politicamente discapacitada" (él no usó este termino pero venía a decir algo así) tenía que valer el mismo que el suyo. El caso es que mucha gente estaba de acuerdo con él. Yo le dije que entre otras cosas porque ellos pagaba sus impuestos (bueno, ya sabemos que la Pantoja no) y sobretodo porque nos habían costado siglos de sudor, sangre y lágrimas conseguir una sociedad medianamente igualada, aunque la igualdad pura todavía no exista y la siga rigiendo en mayor o menor medida el dinero.
Yo no voy a entrar en la discusión de si la democracia o la igualdad de derechos es buena o mala, siempre me ha dado dolor de cabeza el pensar qué es bueno o malo de forma absoluta, no me gusta hablar en términos absolutos. Pero lo que si está claro es que esta supuesta igualdad nos está dando oportunidades a todos (¿alguien puede juzgar quién las merece o quién no?) y no me gustaría estar en el pellejo de quien no las tiene, como hace no muchos años.
De todas formas, y usando una frase de un profesor mío, al españolito medio le encanta ser lo que no es y sin saber. No se quien decía por ahí que el español es profesor, político, entrenador, médico y abogado, dicho de otras palabras, que nos gusta hablar de todo (como estoy haciendo yo que para eso tengo apellido castizo), entrar en juicios y que la mayor parte de las veces no estamos cualificados para poder valorar nada. Y lo creo así, a tutiplen, y sino daos un paseo de vez en cuando por un bar después de un partido, ya vereis que cantidad de gente opina sobre las decisiones del míster, sobre lo que es bueno o deja de serlo para la selección o pa'l Madrid. También podéis dar una vuelta por el gimnasio de turno, para ver los consejos que se dan esos expertos en actividad física que llevan no se cuantas lesiones. Lo mismo pasa con la política, aunque con la política ya lo tenemos de ejemplo, no hay más que ver los mítines o asambleas y ver al político del Partido Fetichista (PF) pegarse una siestecita sobre el estrado, pero bueno ese ya es otro tema. Y digo yo, que con tanta gente que sabe de todo sin saber, especialmente de política, ¿por qué me da la sensación de que hay tan poca gente sensata por la vida?
En fin, que bonito es el silencio y más aún cuando es un silencio con cultura.

Aprovecho ya a decir que me voy de retiro unos días a mi queridísima Granada (Grenate en alemán), ciudad preciosa que si no conocéis ya estáis tardando en visitar.

Venga va, otra foto de la Alhambra, nueva maravilla mundial (o eso espero)