El sabio y el borracho
El bar Palmira esta situado en un lateral de la plaza del Campo del Ángel en Granada. Curioso lugar donde a las 12 de la mañana de un día entre semana puedes encotnrar tanto a obreros, como catedráticos de universidad, gente con discapacidad intelectual o inmigrantes japoneses, italianos o escoceses. Con tan variopinta mezcla es fácil sorprenderse con conversaciones que jamás esperarías tener.
- ¿Quién es ese que está en el libro?
- Goya
- Ah, pues ese sale en una película que vi en Hamburgo. Que bién trabajaba en la película.
- ¿Ah, si? ¿En qué película?
Así es como conocí a El niño de granada mientras leía un libro sobre Goya con un cortado a medio tomar. Podéis imaginar facilmente mi estado de shock al oirle decir eso, ¿no? Y es que este jubilado, según me contó vivió mucho tiempo en Madrid, porque el madrileño y el granaíno son el mejor amigo y allá donde preguntes por cualquiera bar de Madrid por el Niño de Granada todo el mundo sabrá de quien hablo, porque el Niño de Granada no tiene nada suyo, porque cuando el trabajaba en Alemania, en siete de las centrales nucleares del país germano, daba su sueldo a los más necesitados porque él es amigo íntimo del Rey Juan Carlos, al que él prefiere llamar Carlos, que sabe que su plato preferido son las lentejas y es un hombre justo, humilde y bonachón, porque estuvo con él en las Fuerzas especiales, aunque tuvo que dejarlo por la cerveza, que le gusta mucho, su gran pasión junto con la escalada y el huerto, del que puede vivir perfectamente porque está en buen estado de forma, no olvidemos que fue campeón olímpico en... en... en la prueba de resistencia física porque él se pega unas caminatas de 50 kilometros diarias por Sierra Nevada, aunque curiosamente, ese día no le tocaba y estuvo a punto de morir hace 5 años, cuando tuvo que arrastrarse durante 16 kilométros para que el "halicoptero" le salvara la vida, vida que no pudo salvar la de su compañero sevillano. Porque París, donde él ha estado, "eh lo mah grande", la capital de Europa con 13 millones de habitantes.
Sin embargo también es sorprendente, que te interrumpan en mitad de una conversación sobre la historia de Madrid (antes Magerit), para preguntarte de dónde viene el nombre de Granada (la ciudad, no la fruta) y que se desencadene una conversación sobre cultura española, sobre historia, sobre lingüística, sobre la actualidad del castellano, sobre el inglés, sobre el árabe, sobre los bereberes, sobre los godos. Por cierto, en Granada no había árabes, había bereberes, los árabes estaban en Córdoba, que no son lo mismo, aunque apra nosotros todos eran moros, moro puede ser una palabra fea y despectiva, sin embargo era la palabra que usaban los fenicios para llamar a los "del oeste", y no proviene del latin, como muchos se piensan, moro no era la palabra que usaban los romanos para designar a los que venían de Mauritania. Y si, Alhambra significa la roja, pero Granada no viene del nombre de la fruta homónima, en Granada no hay granadas, para ello hay que irse al Levante, Granada es posiblemente una forma de decir: de color granate; ya que cuando llegaron la tierra era de color rojo, tremenda memez la de establecer como escudo de Granada la fruta de la granada, y como consecuencia de ello, sobra ese mismo fruto en el escudo español, por cierto, la palabra español es francesa, los francos llamaban españoles a los que vivian al sur de los pirineos, no se encuentran palabras españolas ni romanas acabadas en -ñol. Igual que Portugal, no es una palabra Árabe como Algarve, sino que viene del latín Portus Cale, Cale era una de las zonas de O Porto, uno de los puertos más importantes de aquella época. Podemos sentirnos orgullosos de nuestro idioma, el español o castellano, mezcla de romano, lenguas pre-románicas, árabe y sus dialectos, berebere y sus dialectos, hebreo, germanico (godo)... De nuestra sangre fenicia, griega, tartesa, celta, íbera, romana, vikinga, goda, árabe, berebere, judía... que creó hombres temidos por todo el mundo, desde las madres de los jóvenes romanos, (que intentaban sobornar a los cuéstores romanos para que no enviaran a sus hijos a Hispania a enfrentarse contra cántabros, vascos, lusitanos, carpetanos o numantinos) hasta los soldados franceses, que ven la derrota de Bailen como un acto heróico del que no avergonzarse.
1 comentario:
Jolín, de esta entrada sí que se puede aprender. Pues no tenía ni idea del significado de esas palabras, así que mira, ahora ya sé una cosa más en esta vida. Gracias ;)
¿Ves? Te prometí que me pasaría a leer y aquí estoy, tarde, pero seguro.
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