jueves, 14 de junio de 2007

Dualidad

Todas las personas tenemos, al menos, dos tipos de realidades diferentes. La primera es la realidad exterior. La segunda es la realidad interior.

La realidad exterior es objetiva, es lo que nos rodea.

La realidad interna es la realidad externa pasada por nuestro filtro sensorial y perceptivo. Es la realidad que nosotros vemos, tocamos, degustamos, oímos, olemos, sentimos... es la realidad externa que cada uno vivimos. Al menos por cada persona existe una realidad interna, que puede acercarse en mayor o menor medida a la realidad externa, pero nunca es igual.

De esta manera vivimos las personas, entre dos mundos diferentes. Somos como sirenas que nos sumergimos entre dos realidades distintas. Quizá por eso nos cuesta entender tanto a los demás, porque tenemos que intentar meternos de lleno en la realidad interna de la otra persona y aunque tenemos ese ancla llamada realidad externa nos es muy difícil llegar a ponernos de acuerdo muchas veces.

La realidad externa no es tan fácil y obvia como creemos, ni siquiera es tan concreta como pensamos. La realidad externa no la conocemos, pero si la conformamos, es algo que está ahí, pero no sabemos cómo es, esta constantemente filtrada por nuestro cuerpo y nunca llegaremos a saber cómo es, aunque desde luego si hay ciertos objetos que vivimos todos de una manera similar, es decir, en nuestra realidad interna tenemos una imágen similar. Es curioso saber que formamos algo y no sabemos qué estamos formando.

Por eso siempre pienso que todos somos locos. Todos vemos cosas que los demás no ven. Aunque el ser humano necesita delimitar lo normal de lo anormal, la locura de la cordura. La medicina dice que hay ciertas anomalías que provocan locura, esquizofrenia, paranoia, depresión... esas anomalías hacen que nuestra realidad interna se deforme o incluso que le salgan hermanos. Somos química y la química es el nexo de unión entre lo objetivo y lo subjetivo, una bajada de cierta sustancia puede provocar que caigamos en una depresión.

El problema es cuando no existen anomalías. El día a día. El ponernos de acuerdo con todos esos locos cuerdos que la medicina no clasifica como anormales. Es posible que con cada uno exista un campo de intersección entre nuestras realidades internas, pero si a veces nos cuesta comprender esa realidad externa que ni siquiera sabemos cómo es realmente (valga la "rebuznancia"), cómo vamos a tener las ideas claras para explicarle a los demás cómo es nuestra realidad interna, y mucho menos, como vamos a entender la realidad interna que los demás nos intentan explicar que ellos viven... con lo cual nos salen infinitas realidades internas, la que yo vivo, la que yo explico y la que cada persona de mi alrededor entiende que le estoy explicando.

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